PROBLEMA
"La mala administración de dinero en los estudiantes universitarios"
Desde la antigüedad, ciertas culturas como la Azteca o, viendo más cerca, como la del Tahuantinsuyo, han utilizado un sistema económico muy diferente al que utilizamos actualmente. Donde se han hecho intercambios de objetos como símbolos de valor, en el que le siguen la aparición de la moneda y los billetes, todo ello con el propósito de hacer la vida más fácil. Con el transcurso del tiempo, el derrocamiento de las monarquías y el establecimiento de los estados, muchos países han incluido una moneda característica.
A pesar que la finalidad del dinero era hacer la vida más sencilla, debido a los intereses económicos que han hecho cambiar al mundo, los estatus socioeconómicos y la cantidad de dinero que uno posee se han vuelto tan influyentes en varios aspectos de la vida cotidiana, como: gozar de mayores facilidades y servicios; salud, educación, vivienda, etc. En nuestro caso, nos estaremos enfocando en el aspecto educativo, teniendo como enfoque el ámbito universitario. Desde hace varias décadas, muchos jóvenes han decidido continuar con sus estudios superiores como símbolo de madurez, pues era el inicio de una vida más responsable, pero esto no siempre es así. Muchos universitarios de varios países enfrentan altibajos en el uso de sus recursos monetarios, lo cual les genera ciertos problemas. Así como en Europa y América, en nuestro país, muchos jóvenes no poseen una cultura financiera, lo que les hace administrar erróneamente sus finanzas. Llevándolo a un contexto más cercano, según los estudios que realizamos en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC) de la sede Monterrico, más del 85% del alumnado ha admitido haber hecho mal uso de su dinero. A estos datos recopilados, le sumaremos varios estudios realizados a estudiantes de la misma universidad.
Existe una predisposición general a pensar que se debe manejar el dinero con equidad, ya que ocurre lo mismo y con mayor razón el tema de la deseabilidad social. La cultura financiera desde los primeros semestres ayuda a fomentar el ahorro en la comunidad estudiantil en pro del mejoramiento de la calidad de vida y la continuidad académica. Un 15% de los entrevistados alegaron vivir solos, y fueron ellos quienes demostraron tener mayor independencia y control de sus gastos. Además, el 20% que tiene un empleo explicaron la importancia que le dan a aquellos ingresos, ya que es debido a su esfuerzo. Pese a la respuesta positiva frente a la organización de gastos (75%) muchos de ellos señalaron, que a pesar de planificar en lo que iban a gastar, muchas veces se dejaban influenciar por factores exteriores, lo que terminaba en una mala inversión.
Para comprender mejor el problema, es importante conocer en qué consiste la cultura financiera. Según los estudios realizados de manera independiente por los economistas Juan López Vera (Ecuador) y Teresa Blanco Hernández (España), podemos llegar a la conclusión, que, desde un punto de vista conceptual, es un proceso que permite a los usuarios financieros mejorar su perfil de conocimiento y habilidades para el buen uso de productos financieros así como para tomar las mejores decisiones en dicho uso que eleven su bienestar financiero. Si bien es cierto, educación financiera, alfabetización financiera y capacidad financiera no significan lo mismo y se diferencian principalmente en que la educación financiera comprende de cinco campos que son: ingreso, gasto, ahorro, endeudamiento e inversión; por consiguiente, la alfabetización financiera es poseer un juicio formado para tomar óptimas decisiones respecto a la administración del dinero; por último, la capacidad financiera hace alusión al contexto real donde se aplica la educación y alfabetización financiera, ya que de estas se deriva la decisión efectiva sobre lo que conviene o no en la gestión. El vínculo de estas tres es intentar mejorar el bienestar financiero propio, pues ser consciente de los riesgos y oportunidades financieras es, sin duda, una de las mayores consideraciones. A partir de este párrafo y gracias a las aclaraciones dadas, podremos continuar explicando el problema a continuación.
Ahora que sabemos un poco más respecto al concepto de cultura financiera y lo que implica poseerla, podemos afirmar que el problema está fuertemente ligado con la falta de conocimiento en finanzas por parte de los jóvenes, pues se enfrentan a diario a complejos productos y mercados financieros que, si no son comprendidos en sus potencialidades y riesgos, pueden conllevar un deterioro significativo en su calidad de vida y ver afectado su futuro. La mala administración de las finanzas en la etapa universitaria es causal de problemas económicos, ya que distribuirlo correctamente muchas veces puede ser un reto tanto en los estudiantes que empiezan a vivir su autonomía de manera más significativa, como en los que carecen de cultura sobre el manejo del dinero. Según las estadísticas, solo un 3% de los jóvenes han asistido a alguna clase de educación financiera. En el caso de los estudiantes universitarios de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas de la sede Monterrico, según el estudio realizado, el 85% de estos han realizado una mala gestión de sus finanzas. Esto indica claramente que los estudiantes universitarios no tienen alfabetización financiera. Es decir, toman malas decisiones en cuanto a la inversión del dinero que poseen. Ya deducido el problema, podremos detallar minuciosamente en el siguiente párrafo la relación que tienen los estudiantes con la cultura financiera.
Si bien ya hemos definido el problema, podemos balizar que está protagonizado principalmente por el estudiante universitario, ya sea varón o mujer y con una edad determinada. Muchos de nosotros nos preguntaremos, ¿Cuál es el perfil del estudiante? o ¿Qué o quienes contribuyen en la formación de este perfil para que se pueda originar el problema? Si bien es cierto, cada estudiante es distinto, pues muchos dependen de varios agentes externos, señalando cuatro como principales: entorno familiar, educativo, amical y socioeconómico. Es indiscutible que, la familia es el núcleo de toda sociedad, ya que es en el hogar donde se aprende, inculca y fortalecen los valores y los buenos hábitos. Además, de donde se obtiene un primer ingreso, que vendría a ser la “mesada” o “propina”, he ahí que muchos padres no otorgan dicho ingreso a sus hijos en función a un esfuerzo. Esto provoca que a medida que crecen los hijos estos tienen una concepción errónea del dinero y no llegan a tener control de gastos. A lo largo derivaría en problemas serios, como la incapacidad de poder cubrir los gastos, acudiendo a la deuda como mecanismo para superar el desbalance. Como iniciativa, hemos visto por conveniente analizar nuestro entorno, pues si hemos
elegido este problema es porque nos preocupa la realidad que los estudiantes de la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas de la sede Monterrico enfrentan en su día a día; es por eso que hemos recolectado nuestras propias evidencias para tener una noción más real del problema. Según la encuesta realizada a 50 estudiantes, tanto varones y mujeres, entre las edades de 17 a 23 años, hemos concluido que, a medida que los estudiantes adquieren mayor edad, su respectiva responsabilidad financiera también se incrementa. Por cada 5 estudiantes de provincia hay 15 estudiantes originarios de Lima; y solo el 15% de los estudiantes encuestados viven solos. Reconocer esto es sumamente importante, pues en su mayoría de veces el hecho de vivir solo y lejos de tu ciudad de origen hace que seas más consciente respecto a las finanzas. Hay una gran diferencia entre varones y mujeres; y en lo respecta capacidad financiera. Dadas las evidencias realizadas y propuestas, se ha llegado a la conclusión de que los varones son propensos a gastar innecesariamente más que las mujeres, pues según los testimonios uno de ellos gastó en una zapatilla S/. 460.00 (apróximadamente) ¿De dónde salió tal suma?, pues según lo expuesto por el joven, cogió el dinero que sería destinado para la compra de sus materiales y almuerzos de la semana. Mientras que las mujeres, en su mayoría, suelen ahorrar (apróximadamente) S/.20.00 semanales, lo que al mes sería S/. 80.00. Las causas de este problema, en sí, son diversas. No obstante, en el siguiente párrafo se detallará.
Se sabe que todo problema tiene un origen o causa, pero la sociedad no suele darle el debido interés a la importancia del manejo del dinero. De acuerdo con las fuentes consultadas y las entrevistas hechas, las causas halladas del problema radican en el déficit de educación financiera, la falta de madurez del tema y los malos hábitos financieros. “La educación financiera constituye una herramienta indispensable para las personas en edad productiva, debido a que les permite administrar mejor sus recursos económicos, representados por el ahorro y las inversiones. Los individuos deben estar conscientes de la importancia de su formación en relación con el manejo responsable del dinero, de los factores que pueden afectar sus decisiones y de las consecuencias que se generan.” (Raccanello y Herrera, 2014). De acuerdo a lo que señalan Raccanello y Herrera, es de vital importancia que las personas, en este caso, los universitarios, sean consecuentes en el ámbito económico. Y recalcan el valor de la buena educación financiera, además de las repercusiones y efectos que esta puede tener en nuestros hábitos al momento de gastar el dinero. Por otro lado, ser mayor no significa ser maduro y consciente en el tema, hay quienes a pesar de ser mayores carecen de buenas costumbres en la planificación y administración de su dinero.
Cabe señalar que a esa edad los estudiantes empiezan a adquirir cierta independencia, y se espera que también la tengan en el ámbito financiero. Sobretodo, porque es la etapa en la que uno se prepara para ser adulto, madurar y ser responsable con las decisiones que se toman, pues esto es parte de crecer. Sin embargo, las consecuencias que el mal manejo puede traer son: deserción universitaria, endeudamiento, complicaciones en el bienestar (físico, psicológico y emocional), etc. Respaldando aquella información, nos encontramos con la realidad peruana donde el 30% de los estudiantes abandonan sus estudios universitarios. Además, el endeudamiento está relacionado con el bienestar personal, provocando estrés. Debido a los problemas económicos que pueden surgir, las necesidades básicas y la calidad de vida se ven afectadas de igual manera: alquiler de vivienda, alimentación, productos personales, etc.
En conclusión, como primer punto, al leer las fuentes, en cuanto al dinero y la percepción del nivel socioeconómico (evaluado según los ingresos que tienen los universitarios), se indica que en ambos niveles, el dinero debe ser manejado con cautela y equidad. No obstante, esto cambia según el nivel, ya que el nivel alto (o coloquialmente hablando “rico”) descuida el tema del ahorro porque tiende a gastar más, a diferencia del nivel socioeconómico bajo (pobres-clase media) ya que estos a recibir un ingreso menor o en algunas situaciones no reciben ingreso; tienden a ver al dinero como algo indispensable para su desarrollo dentro y fuera de su centro de estudio. Como segundo, en lo que respecta al dinero y el género; los hombres tienden a tener una visión más positiva del dinero, relacionándolo como un factor para conseguir el éxito, pero, esto no indica que su ahorro sea prioritario para ellos; a diferencia de la mujer que lo ve como un medio para adquirir bienes, hacen prioritario su ahorro, aunque no las excusa de hacer malas inversiones por el hecho de adquirir bienes.